La compensación de oficio es un término que se refiere a una acción realizada por una
entidad, generalmente un organismo gubernamental, para aplicar automáticamente una
deuda pendiente a un contribuyente o a una persona que tenga obligaciones financieras con
dicha entidad. En el contexto fiscal, la compensación de oficio se utiliza para saldar una
deuda que una persona o empresa tenga con una entidad pública mediante la aplicación de
créditos o saldos a favor que esa misma persona o empresa tenga pendientes de recibir.
Por ejemplo, supongamos que una persona tiene una deuda con la Agencia Tributaria pero
también tiene derecho a recibir una devolución de impuestos debido a un exceso de pagos
realizados en años anteriores en su Declaración de la Renta. En este caso, la Agencia
Tributaria podría utilizar la compensación de oficio para aplicar automáticamente el monto
de la devolución de impuestos pendiente a la deuda tributaria, reduciendo así o incluso
eliminando la deuda.
La compensación de oficio se aplica a las deudas que se encuentran en periodo ejecutivo, es decir, que no se abonaron en su plazo correspondiente. También se aplica a multas de tráfico cuya deuda pasa a ser gestionada por Hacienda. Las deudas aplazadas o fraccionadas que se encuentren en regla no suelen liquidarse por esta vía, pero en ocasiones si se practica a :
a) Las cantidades a ingresar y a devolver que resulten de un mismo procedimiento de comprobación limitada o inspección, debiéndose producir el ingreso o la devolución de la cantidad diferencial que proceda.
b) Las cantidades a ingresar y a devolver que resulten de la práctica de una nueva liquidación por haber sido anulada otra anterior.
Si la deuda mantenida con las administraciones es inferior al importe que han de devolver,
el sobrante se ingresará en la cuenta facilitada por el contribuyente.
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